sábado, 3 de noviembre de 2012

Lettera 2 Deseos

Segundo tomo con dos deseos por pedir

La verdad, cuando escuché que habría segundo tomo no estaba muy seguro de lo que pudiera pasar  con este Gaijin... no la veía como para una segunda parte, pero como siempre hacen lo que quieren, pues que se le va a hacer... al menos ha sido mejor que "El síndrome del hilo enredado"

En esta ocasión, la historia se centrará más en  Adamas, quien regresa a las tierras de su pueblo natal al sentir que algo lo está llamando. Allí se descubre que fue expulsado al profanar la ley de su gente, por lo que su regreso significa la pena de muerte.

Al parecer, quería obtener el caso de su padre, quien era el jefe del pueblo y siempre estaba con Erek, quien se ha convertido en el nuevo líder y para colmo esta casado con la hermana de Adamas (si no le tenía ya bastante asco XD...).

La historia se centra en buscar la piedra del pueblo que concede dos deseos, generalmente el jefe de la tribu usa uno para poder proteger al pueblo de un demonio que se acerca al pueblo cada década, pero Adamas uso un deseo para que su padre le hiciera caso y luego su padre usó el segundo deseo (de su anterior vez) para alejarse del pueblo y así salvarlos a todos.

Por supuesto, esa piedra solo surte efecto en los de corazón débil, y Rune, que sigue buscando la forma de romper la maldición que pesa sobre ella y no le permite usar magia, es un objetivo claro para la piedra y así poder usar sus poderes.

En si me ha gustado. Mantiene el hilo del anterior tomo en cuanto al carácter de los personajes se refiere, aunque Adamas es más cazurro y bruto por odiar a Erek por echarle del pueblo y estar con su hermana. La comedia tampoco desaparece en ningún momento, ni tampoco las escenas de amor entre Rune y Adamas (eso si, se corta en la mejor parte).

Sin duda una buena continuación. Habrá que ver que hacen en el tercer tomo. Sobre todo por saber cuando saldrá.

Lo mejor: Conocer más de la historia de Adamas
Lo peor: Quizás algún fallejo en alguna viñeta de dibujo, pero nada destacable.

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